jueves, 1 de julio de 2010

mi destino.


Porque la vida no es suerte. Va más allá de eso. Si fuera suerte quién sabe si podriamos llegar lejos, si pudieramos cumplir nuestras metas. Si la vida fuera suerte todos apostarían que el destino los va a llevar al éxito, que el destino está escrito y quien tenga la mejor suerte va a saberlo primero. No es así, quién cree que la vida tiene un destino marcado está muy equivocado. No existe un destino para nadie, la vida es una sorpresa y no una suerte, sólo los que confían en sí mismos tienen 'suerte' en lo que la vida les espera. Porque la confianza en uno mismo hace que con su suerte de esperanza, pueda crearse su propio destino. El destino no se hace, el destino se espera, no hay manera de cambiarlo porque no es suerte la que necesitamos, es la confianza en que por más lejos que esté nuestra meta podemos llegar algún día a lograrla. Por eso, mi vida no está marcada por la suerte, mi vida eligió su propio destino, que es amarte, y si mi suerte me acompaña, yo confio en que algun día voy a tenerte, y mirarte a esos ojos y encontrar mi verdadero destino.